La desnutrición crónica
La desnutrición crónica o “hambre invisible” es el resultado de una mala alimentación, donde la falta de vitaminas y nutrientes provoca un retraso en el crecimiento de los niños y las niñas que la sufren. Causa retraso en el desarrollo cognitivo y tiene efectos sobre el sistema inmunitario.
Afecta a 149 millones de niños y niñas menores de 5 años en el mundo.
Decimos “hambre invisible” porque sus efectos no son tan evidentes como en los casos de desnutrición aguda. Quienes la padecen no tienen el vientre hinchado o edemas en la piel. En cambio,
los efectos del “monstruo invisible” se manifiestan en la altura respecto a la edad (relación talla-edad) de quienes lo sufren, que
está por debajo de los estándares de crecimiento. También se refleja en la capacidad de aprender de los más pequeños, lo que ti ene consecuencias en las posibilidades de prosperar en su vida adulta. Una nutrición adecuada puede romper el círculo vicioso
pobreza-desnutrición, dando la oportunidad de que los niños y las niñas puedan desarrollar sus capacidades y potencial.
Una nutrición inadecuada desde el momento de la concepción hasta los dos años de vida ti ene consecuencias irreversibles en el desarrollo físico e intelectual de los niños y las niñas.
La desnutrición crónica no se trata, se previene, por eso están importante actuar durante los primeros 1000 días de vida.
Nuestra respuesta
Nuestros equipos técnicos intervienen en cada una de las etapas –embarazo (antes y durante), lactancia y primera infancia- con el objetivo de prevenir la desnutrición crónica. Nuestras acciones se centran en:
- Facilitar el acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres.
- Ofrecer atención y seguimiento médico y nutricional a madres gestantes y lactantes.
- La promoción de hábitos de alimentación e higiene saludables.
- La promoción de la lactancia materna en sus diferentes etapas.
La lucha contra la desnutrición crónica requiere un aumento de los recursos económicos. Más inversión en acciones de prevención que incidan en las causas de la desnutrición crónica supone una mejora en la calidad de vida de millones de niños y niñas.

El monstruo invisible en Filipinas
Filipinas presenta una alta prevalencia de desnutrición crónica: el 34,4% de los niños y niñas menores de 5 años, es decir, cerca de 4 millones conviven con el
monstruo invisible.
Entre las causas que inciden en la perpetuación del ciclo de la desnutrición crónica en Filipinas están la alimentación pobre, la proliferación de asentamientos informales urbanos y los embarazos tempranos. La falta de infraestructuras de saneamiento e higiene, la desigualdad de género y la educación también afectan al retraso en el crecimiento de los niños y niñas.
Nuestro trabajo en Filipinas se centra en responder a las necesidades humanitarias que surgen por causas de origen humano y natural. Las consecuencias son la ruptura de lazos sociales y familiares, y los trastornos psicológicos que sufre la población desplazada que vive en refugios provisionales durante largos períodos de tiempo. Trabajamos antes, durante y después de las emergencias. En la ciudad de Marawi y otras comunidades estamos trabajando en la reconstrucción de infraestructuras para recuperar el acceso a agua segura y saneamiento básico. Asimismo, trabajamos por la recuperación económica y productiva, y brindamos apoyo psicosocial.
(*)Fuentes:
Informe Mundial de la Nutrición 2018
Disponible en
globalnutritionreport.org
Informe “El estado mundial de la infancia”, UNICEF 2019.
Disponible en
https://www.unicef.org/reports/state-of-worlds-children-2019